miércoles, 23 de mayo de 2012

CINECRITICA: "ELEFANTE BLANCO"


Cruda, fuerte, violenta, real. Así es “Elefante Blanco” la nueva película del director Pablo Trapero.
Julián (Ricardo Darín) es el cura de una villa de la ciudad de Buenos Aires, que luego de tantos años de dedicación y con el agravante de su enfermedad, decide ir en búsqueda de su Padre amigo Nicolás (el belga Jerémie Renier) para enseñarle las tareas y sea así su sucesor en la parroquia de la villa. Con la ayuda de Luciana (Martina Gusmán) una asistente social que se involucra noche y día en la villa y lucha por el bienestar de los vecinos junto a los curas, se ven escenas dramáticas y escalofriantes que dejan al espectador en varios momentos horrorizado ante tanta violencia.

Trapero nos muestra dos tipos de realidades que se presentan en la vida diaria en una villa: por un lado los narcotraficantes que cocinan y distribuyen las drogas entre los habitantes del lugar y la lucha de poder que se plantea entre diversos bandos para ver quien es el que “manda” dentro del asentamiento y en su contraste la gente digna que quiere cambiar su realidad, darle un plato de comida y educación a sus hijos cada día aferrándose a la Iglesia y la fe para estar cerca de Dios.

 La incansable tarea de los curas por involucrarse y resolver los problemas de la comunidad, las trabas políticas e ideológicas que le pone el Obispado, el resurgimiento del amor y el conflicto interno que esto le genera a un cura, la burocracia argentina que impone trabas en la ayuda social, la violencia juvenil, el narcotráfico, la convivencia de vecinos de diversas nacionalidades de Sudamérica en un mismo lugar, el actuar de las fuerzas policiales dentro de una villa son algunos de los temas que nos retrata de gran manera “Elefante Blanco”

Escenas excelentemente logradas de disparos, persecuciones y muertes por los pasillos de la villa, acompañadas de una excelente ambientación sonora y planos certeros más un casting brillante realizado a los chicos del asentamiento son algunos de los puntos bien logrados de la película.

El film, como si fuese un documental, nos invita a conocer, pasear y ver cómo viven, hablan y sufren estas personas en su marginalidad. Sin juzgar ni tomar posición (lo que me parece muy acertado), el director nos retrata fehacientemente la cotidianeidad de esta realidad social, que aunque muchos no sepan (o mucho peor, no quieren saber) se vive a muy pocas cuadras de donde cada uno de nosotros vive.

 Elefante Blanco es el nombre con el que se llama a esta enorme villa de Ciudad Oculta, en donde en el año 1937 –dice Darín en el film- el senador socialista Alfredo Palacios proyectaba hacer el hospital más grande de Latinoamérica, sueño que no pudo realizarse porque las obras iniciadas debieron pararse. Varios años mas tarde retomó la iniciativa Juan D. Perón en su presidencia pero tampoco pudo concretarlo por el golpe de estado sufrido por Eduardo Lonardi en el año 1955. Las obras realizadas nunca fueron terminadas y hoy este proyecto de hospital modelo para la lucha contra la Tuberculosis se transformó en una de los asentamientos más grandes de nuestra ciudad.

En merecido homenaje al Padre Carlos Mugica, quien ha sido un luchador incansable de las clases humildes ante el poder, esta película vale la pena ser vista por su nivel de realidad, enseñanza y empatía que nos logra reflejar.

1 comentario:

Marcos dijo...

Excelente Darin, tremenda peli