La nueva película dirigida por Clint Eastwood narra la historia de Nelson Mandela y como éste supo utilizar al mundial de rugby de 1995 disputado en su tierra para unir nuevamente a los sudafricanos, luego de años de oscuridad, a través del deporte.
Basada en el libro “El factor humano”, de John Carlin. El film enaltece a Eastwood quién con el guión, las interpretaciones y la puesta en escena, nos garantiza 134 minutos de un gran cine.
La actuación de Morgan Freeman en el papel de Nelson Mandela es excelente, genial.
Basada en el libro “El factor humano”, de John Carlin. El film enaltece a Eastwood quién con el guión, las interpretaciones y la puesta en escena, nos garantiza 134 minutos de un gran cine.
La actuación de Morgan Freeman en el papel de Nelson Mandela es excelente, genial.
Matt Damon interpreta al capitán de los Springboks, Francois Pienaar, líder de un equipo de jugadores blancos y solo uno de color que cosechaba magras actuaciones en la previa del mundial y gran parte de la sociedad le daba la espalda y hasta prefería a sus rivales.
La historia de tinte político-social muestra como Mandela tras pasar 27 años en una cárcel de Ciudad del Cabo se convierte en presidente de Sudáfrica apoyado por la raza negra en su totalidad y rechazado por los blancos.
Pero este ser humano distinto no tenía sed de revancha y, por el contrario, decide perdonar a sus rivales líderes del apartheid con el sueño de torcer el rumbo de su país, utilizando al mundial para acabar con el odio racial.
El sueño de paz y unidad de Mandela se hace realidad: ver a 60 mil sudafricanos juntos celebrando en el estadio y a más de 40 millones en toda el país abrazándose y festejando sin diferencias de piel, tras ganarle una épica final a los favoritos All Blacks.
Una película real. Conmovedora por momentos, con escenas recreadas fantásticamente de los partidos de rugby disputados en 1995. Filmada en el mismísimo estadio Ellis Park de Johannesburgo, lugar de aquella definición y sede del próximo mundial de fútbol.
Para algunos el final será conocido y para otros no. Lo que si destaco es que la película nunca cae en golpes bajos y llega a emocionar con diálogos y actuaciones sensacionales.
La historia de tinte político-social muestra como Mandela tras pasar 27 años en una cárcel de Ciudad del Cabo se convierte en presidente de Sudáfrica apoyado por la raza negra en su totalidad y rechazado por los blancos.
Pero este ser humano distinto no tenía sed de revancha y, por el contrario, decide perdonar a sus rivales líderes del apartheid con el sueño de torcer el rumbo de su país, utilizando al mundial para acabar con el odio racial.
El sueño de paz y unidad de Mandela se hace realidad: ver a 60 mil sudafricanos juntos celebrando en el estadio y a más de 40 millones en toda el país abrazándose y festejando sin diferencias de piel, tras ganarle una épica final a los favoritos All Blacks.
Una película real. Conmovedora por momentos, con escenas recreadas fantásticamente de los partidos de rugby disputados en 1995. Filmada en el mismísimo estadio Ellis Park de Johannesburgo, lugar de aquella definición y sede del próximo mundial de fútbol.
Para algunos el final será conocido y para otros no. Lo que si destaco es que la película nunca cae en golpes bajos y llega a emocionar con diálogos y actuaciones sensacionales.
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