jueves, 24 de diciembre de 2009

A LA JUEZA LE LLEGÓ SU JUSTICIA DIVINA

Esta tarde el jurado de enjuiciamientos de magistrados de la Ciudad de Buenos Aires demostró un poco de sensatez destituyendo de su cargo a la “IMPRESENTABLE” jueza Rosa Parrilli por “mal desempeño” en sus funciones (aunque yo diría por ser una mal parida, entre otras cosas irreproducibles).

Con la mayoría de 8 votos contra 1, la justicia porteña realizo así la primera destitución de un juez en 19 años de trayectoria. A pesar de que la defensa argumento que Parrilli se encontraba medicada porque estaba pasando por una crisis personal, no lograron la absolución.

A Parrilli se le inició una denuncia penal por discriminación y amenazas. Sumado a que no podrá manejar por un año, también deberá hacer tareas comunitarias en Cáritas e indemnizar con 5 mil pesos a las dos empleadas agredidas, Rocío Marlene Gómez y María Itatí Albe (algo así como una devolución de gentilezas).

Me preguntaba si cada argentino que esta pasando un mal momento, o se encuentra depresivo por alguna circunstancia actúa como lo hizo esta mujer, estaríamos bastante más cerca de la edad media, quizás matándonos entre todos porque no nos gusta la cara o el color de pelo del otro.

Lamentablemente el mal uso del poder en este país es cosa de todos los días. La falta de respeto, la intolerancia, la xenofobia son habituales en nuestra sociedad.
Por suerte esta vez, gracias a las cámaras de seguridad, no se pasó por alto este atropello a la dignidad de un ser humano y tuvo un final merecido.

Señora Rosa Parrilli el poder y el dinero no son todo en esta vida. Primero debe existir el respeto y la tolerancia. Y eso parece que Ud. nunca lo aprobó ó, quizás peor, nunca lo aprendió.

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