lunes, 8 de marzo de 2010

HISTORICO: EL OSCAR VIENE A CASA


Esta mañana recordaba, volviendo unos meses atrás, aquel día de agosto del año pasado cuando fui a ver “El secreto de sus ojos”. Me acordé de un hecho insólito hasta esa noche: deambular por 3 cines porteños y no conseguir entradas para una trasnoche! Recién en el cuarto (y último, porque ya me ganaba el mal humor) logré conseguir el preciado ticket.
El éxito de las filas me sorprendió por ser una película nacional y no un super promocionado tanque extranjero. En la previa ya se notaba un clima distinto; y ni hablar cuando salí con piel de gallina.

Como de la película no voy a hablar porque ya hice la crítica en este blog (NR: domingo 23 de agosto de 2009), solo me puse a releerla y ahí advertí esa linda premonición que tuve:
Digna de ser vista, “El secreto de sus ojos” emociona y enorgullece a un cine nacional, a veces, tan vapuleado.
Un film que dará mucho para hablar y, con seguridad, muchísimos premios por ganar.


Y así fue (aunque todavía no me considere un visionario), no solo ganó algunos meses atrás el premio Goya en España, sino que esta madrugada se llevó el premio más importante para la industria del cine mundial: El Oscar al mejor filme extranjero.

Histórico, maravilloso el Secreto le dio a la Argentina el segundo Oscar después de 24 años (NR: “La historia oficial”, de Luis Puenzo en 1986 fue la primera).

Juan José Campanella recibió el premio de manos de Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino, 2 directores brillantes que se estrecharon en fuertes abrazos con el argentino.

Allá arriba, donde pocos llegan, se vio y escuchó a un Campanella tranquilo como si estuviera dando una rueda de prensa en nuestro país y sin tomar conciencia de que el mundo entero lo estaba siguiendo por TV.
Junto a él estaban 2 productores españoles y una Argentina y el enorme Guillermo Francella protagonista de la película que ni siquiera pudo decir alguna palabra.

Juan José agradeció a sus productores, a su equipo técnico, y a su mujer en un inglés fluido pero en dónde le ganaron los nervios y los ínfimos segundos.
Sobre el final llegó a decir en Castellano, casi a los gritos por la música que sonaba y los “echaba” del escenario “¡¡¡Vamos Argentina!!!, y un abrazo para los hermanos de Chile”.

La Argentina amaneció feliz por este logró. La gente se sintió parte de esta película, el boca a boca del público fue una de sus grandes virtudes y por eso la vieron más de 2.500.000 de personas en las salas del país. Un record inimaginable.

Este es un éxito descomunal para el cine argentino, para darle fuerza a nuevas (y buenas) ideas, para que los autores y protagonistas sean reconocidos mundialmente y sobre todo para que empresas y productoras internacionales inviertan en nuestro cine.

Felicitaciones para todos los que hicieron esta brillante obra de arte, y en especial para Eduardo Sacheri autor de la novela en que se basa “El secreto de sus ojos”.

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