Se cumple un año de la muerte de Raúl Alfonsín (1927-2009), el padre de la democracia en la Argentina.
Aquel día que pasó a la inmortalidad será recordado por todos los argentinos como un día triste y gris. Para muchos se había ido el amigo, el padre o el líder que modificó la política nacional con un poder de oratoria envidiable.
El duelo nacional era palpable en cada uno de nosotros, lo que generó una despedida multitudinaria y espontánea, primero en el Congreso de la Nación y posteriormente en la caravana hasta el cementerio de la Recoleta donde fue sepultado.
Desde la muerte del general Perón no se había visto una demostración popular tan grande en el país, en donde asistieron a su largo velatorio personas de cada rincón de nuestro suelo y con diversas ideologías políticas.
Hoy será recordado y homenajeado en su mausoleo del cementerio de la Recoleta por su hijo Ricardo y demás integrantes de la UCR.
Para quienes no tuvieron la suerte de haber visitado el cementerio, les dejo la foto de su monumento retratado hace pocos días, con la esperanza de vivir nuevamente tiempos de unión, debates sinceros y mejorar el bienestar general para todos los habitantes del suelo argentino.
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